De cuando le pedí una señal al universo y este, me mandó directa a casa

Cómo sabéis en este 2020 me propuse zanjar con “los pendientes de mi vida”(Y si no los tienes, ¡felicidades campeón!). Me refiero a todo aquello que vamos arrastrando y nos impide o nos complica nuestra paz. Hay muchos niveles y tipos, pueden ir desde los básicos como, música o libros, hasta algo más elevado como personas, formación, experiencias..

Me volqué al completo en ello, os doy mi palabra, fuerzas y ganas (Sabéis que si no veo algo, no le dedico mi tiempo). Hasta le pedí al universo algún tipo de señal, aviso, algo que hiciera de luz para evitar chocarme las narices de nuevo, y este me manda directa a casa (confinada) por el covid-19.

Jamás lo había visto antes, una forma original y algo diferente (a mi parecer), de darme una señal, cómo dice el gran Izal. Quizá todo esto te quiera decir algo y tu ego no te permite ver más allá, que lo que ven tus ojos… y sino, “de todo se saca algo».

Un momento, en donde la falta de tiempo no es principalmente una excusa, ni la red, ni los medios… ¡Deja de culpar al mundo! Porque todo sigue su curso, ¡la vida de las cosas!

En este mes, me he dado cuenta:

Qué vivo en un palacio. Nunca antes, había pasado tanto tiempo metida en mi piso.
Qué compartida la vida es más, mucho más.
Record Guiness en inventar juegos (especialmente cuando tienes peques en casa).
Qué tengo unos vecinos súper fiesteros y majos (desconocidos hace unos meses).
Qué la gente ahoga las penas en la cocina y cómo tiktok se puede hacer viral.
Cómo una llamada puede alegrar el día.
La generosidad de las personas. (Cómo el proyectazo de nuestra querida Sara Fernández de Castro y sus súper chicas).
La necesidad del aire en la cara (Y la vitamina D).
Darle una segunda oportunidad a la música de los 80 ¡Todo un descubrimiento!
Qué el día tiene muchas horas (demasiadas).
El potencial y la creatividad que tiene la gente guardado.
El echar de menos a veces se queda corto.
El poder de la adaptación al momento y el de reinventarse (si uno quiere, claro).
Valorar el trabajo y las ganas de volver a la ofi.