¡Felicidades! porque todos los que a lo largo de nuestra larga y emocionante vida, hemos sido superhéroes de alguien, no tiene porqué ser en el sentido más literal, sino de una manera u otra los conseguimos liberar, sacar de dentro de ese antro, donde estaban metidos hasta las tracas.
Un mundo lleno de héroe y heroínas, que rescatan, salvando vidas. Y si te detienes a pensar, seguramente contigo también lo hayan hecho. Aquel que te escuchó, que te dedicó unas palabras de aliento y de sosiego, que te envió un whatssap o se tomó unas cervezas contigo mientras que te daba su consejo. Aquel ex que te liberó de tus malas compañías y antros infumables, de tu inestabilidad e inseguridad, tus locuras y malas costumbres …
Porque quizá no todo lo que toquemos se convierta en oro del que brilla, pero quizá se transforme en algo mejor. Chapin decía que » cada acción de nuestras vidas toca alguna cuerda que vibrará en la eternidad», y qué razón tenía.
Este post se lo quiero dedicar a todas esa personas, salvadoras o salvadas, por las que siguen y forman parte del presente de nuestras vidas, por las que ya no están pero recuerdas y tienes presente sabiendo que en aquel lugar remoto en el que se encuentren, quizá de misiones o en la luna, estarán siempre siempre en nuestro corazón.
Yo fui salvado.
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