No tienes derecho a decirme que no vuelves, que este año no podré celebrarte.
Decía el periodista Manuel Jabois que, con tanta red social, tenemos tantas oportunidades de encontrar a la persona perfecta que ya nadie lo es. Por eso admiro a todas esas personas fieles a ellas mismas que han apostado por una persona y han elegido ser feliz a su lado.
Y elige bien, elige a quien no permita que os vayáis a dormir enfadados. Admírale hasta el infinito. Elige a quien sea mejor que tú en muchísimas cosas, pero no en todas. Elige -siempre- hacer equipo, aún perdiendo mil partidos se puede ganar la liga. Que tenga personalidad, por favor, y carácter, que no diga ‘amén’ a todo. Que le encante quedar con sus amigos, y con los tuyos. Que sea tu mejor amigo. Que de vez en cuando te la líe un poco. Que diez años después… (y un largo etcétera que reservo en mi intimidad).
Hoy estoy algo melancólica, y no consigo descubrir el porqué ¿será por el Covid? hace un año no sabíamos todo lo que se nos venía encima ¿la llegada de la Primavera? y la culpabilidad de no poder disfrutarla como se merece ¿la lluvia en sábado? o será, la falta de Instagram en mi vida.
Afortunadamente siempre existe otro día. Y otros sueños. Y otras risas.
Y en medio de esta vorágine de ideas, vengo hoy a hacer una declaración de intenciones a todos los valientes. A todos aquellos que como la Primavera, se lanzan a pecho descubierto ante la adversidad del mundo.
«Que vivan los valientes, los que frente a cualquier adversidad se crecen, los que siguen adelante pese a todo. Que vivan los que son leales no sólo a las personas, sino también a sus propios principios. Que vivan las personas sencillas, las que llevan la naturalidad por bandera, las que conquistan con sus buenos modales. Que vivan los que te miran y te convencen, los que te hablan y te hacen pensar, los que te abrazan y te hacen temblar».
