Empezar de nuevo, … ¿Algún romántico de los propósitos de año nuevo? Admito que siempre me he sentido atraída por esos retos que ofrecen la oportunidad (al menos) de darte otra oportunidad para alcanzar lo que deseamos, por esas inquietudes de septiembre, que a estas alturas son ya un cliché. Acaso más que nunca cuando el calendario nos coge de las orejas y nos obliga a mirar hacia delante y hacia atrás. ¿Qué nos reservará el año 2024? ¿Y qué ha sido de los propósitos que nos hicimos en 2023? Empaquetamos nuestras experiencias en ciclos –años, cursos– y tratamos de darles un signficado, una trascendencia, para intentar que la vida no se nos escape de las manos en las monedas pequeñas que son los días, horas y minutos. Sin embargo, son esas unidades mínimas las que nos dan sentido.
Ya llevamos 1 mes y 10 días del nuevo año. Qué será, será…? cantaba Doris Day en la película El hombre que sabía demasiado (Alfred Hitchock, 1956).
Dejémonos envolver por la bohemia del año del dragón.