No darlo todo por perdido, intentarlo las veces que sean necesarias hasta cumplir el objetivo marcado, es algo propio de los valientes y sino mira a Rafa. Aquellos que siempre consiguen lo que se proponen saben esperar el momento adecuado para ir a por ello, quizás al principio toman carrerilla, pero aflojan el ritmo cuando entienden que “aquí y ahora” no es sinónimo de éxito, ni mucho menos de finales felices.
Hacer planes es bueno, pero mejor es poder cumplirlos. Para ello, hay que exigirse a uno mismo, no bajar los brazos a la primera de cambio, ser perseverante y compartir los proyectos que te quitan el sueño con los que más te quieren, porque te prestarán una brújula que señale el camino recto cuando vean que te estás desviando.
Deja a un lado el orgullo, no sirve de nada, decir lo que piensas y lo que sientes te permitirá ocupar un lugar privilegiado en la memoria de aquellos que has ido tratando a lo largo de tu vida. No disimules, es agotador, busca a aquellos que te hacen sentir bien y aléjate de quienes sacan lo peor de ti. Dispones de toda una vida, pero recuerda que el tiempo es limitado, aprovéchalo rodeándote de gente buena, hay más de la que crees.
Permítete equivocarte, reconoce tus errores y haz lo posible por enmendarlos. Sigue dando pasos, no te detengas, que si a veces caes en la tentación de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, es que no eres consciente de todo lo bueno que está por llegar. Hazlo posible con tu trabajo duro, con tu tenacidad, pero sobre todo con tu actitud, con aquello de “si depende exclusivamente de mí, lo consigo”.
No temas convertirte en una persona vulnerable, porque de hecho todos lo somos en mayor o menor medida en algún momento, recuerda que son las emociones y los sentimientos los que mueven el mundo… Pon tu granito de arena para que siga girando.