Hoy hablaba con unas compañeras durante la hora del almuerzo de cómo a veces nos sentimos con un pie puesto en el pasado, mientras otro lo tenemos en el presente… ¿será que somos adictas a él o que sufrimos una persecución a lo 007? Porque yo no sé vosotros, pero no pretendiendo que el futuro me persiga hasta que sea vieja de leches.
Ya os confesé que soy una amante empedernida de los libros de autoayuda y cosas por el estilo, no busco que obren un milagro en mí, sino que me ayuden a ordenar mi desordenada cabecita…
Y en casos como este, dirían los gurús de mis queridos manuales (con voz de tortuga de Kung fu Panda) «olvida los planes del pasado»… Pero al pararme, sonrío y pienso ¿Qué planes? Probablemente no salieron como esperabas. No hablo de cancelar tu cita de mañana, hablo de esos grandes planes, de los que se toman sin querer y sin pensar y, sin embargo, te conducen más lejos de lo que indican los mapas. ¿Hay algo en tu vida que saliera como esperabas? Puedo recordarme, hace muchos años, respondiendo a preguntas absurdas que nos hacíamos entre amigas, o aquellos ratos en los que nos jugábamos todo nuestro futuro dependiendo del número que eligiésemos…
Lo que vengo a decir es, que la vida da más vueltas de las que esperamos, de idas y venidas, de subidas y bajadas, comienzos y desenlaces, pero ojo, dará todas las vueltas que le dejemos dar a veces no sé si por las expectativas o por la realidad pero lo que sí estoy segura que a muchos de nosotros la vida nos sabe a poco.
Y es triste, porque la vida es más simple de lo que aparenta dentro de esa especie de mecanismo que rige nuestras vidas y nuestra forma de ser. El mecanismo que rige al mundo. BE HAPPY. Estés donde estés hagas lo que hagas y cuando lo hagas, pero siempre con la confianza absoluta puesta en lo que estás haciendo.