Queridos Reyes Magos y queridos pajes de los Reyes:
Llegó el momento de los nervios y las compras express, de los envíos urgentes y las últimas visitas al Corte Inglés.
Yo, asesora en compras (por ponerle algún nombre, ya que al final me encargo de los regalos de todos) tengo que decir, que las prisas no son buenas ni para buscar lo perfecto ni para las compras online. Haciendo balance de mi año, he intentado ser un poquito mejor persona que el anterior. He intentado superarme a mi misma y he alcanzado metas que pensaba que jamás rozaría ni con la punta de mis dedos.
Este año no necesito nada, no hay nada de lo que me haya enamorado profundamente, ni de lo que desee con todas mis fuerzas que sea comprable con dinero, aún así mis padres siempre me piden que escriba algún que otro capricho, sin saber que comenten un gran error…
Pero lo que realmente os pido es amor para todos esos corazones rotos y mucho cariño para esos abuelitos y ancianos que se pasan el día solos en sus casas viendo la tele después de haber entregado su vida a los demás.
Os pido salud, para esas personas que están en el hospital, que no han tenido la misma suerte que nosotros. Esos niños que aún no saben qué es la vida, os pido que le deis la oportunidad de descubrirlo.
También os pido paz para esos corazones llenos de odio y memoria para recordar todo esos momentos felices que pasan por nuestra vida. Y un consejo os digo, tened cuidado con lo que pediste porque a veces se hace realidad.
Gracias por todo sus majestades, mañana, 6 de enero os espero con tres copas de champagne, un par de galletas para cada uno y un gran cubo de agua para vuestros probres camellos.
¡Felices reyes!