Y recordar a los que no están para que sigan vivos…
Llega Noviembre, el penúltimo mes del año, y que nos gustan las penúltimas cosas… la penúltima copa, la penúltima salida, el penúltimo beso. Noviembre siempre nos recuerda a despedidas, a soledad, a echar de menos a gente y es que los que ya no están aprovechan este mes para venir a nuestra cabeza.
Algunos se fueron casi sin querer y otros lo hicieron a conciencia, unos se despidieron y a otros no les dio tiempo, y a todos los recordamos.
Somos humanos y el pasar etapas es ley de vida. Nacemos, crecemos, crecemos y crecemos y morimos. Lo más importante es ser recordados, así es como nos quedamos, en la mente de los que siguen. Está guay ser un pensamiento en alguien, ya sea uno bueno o uno malo esa persona está dedicando su tiempo a pensar en nosotros, y a todos nos gustan que nos piensen.
Y hay otros que se van, pero no del planeta, sino de nuestro universo que es mucho peor. Se despiden y se van, y se acabó. Y te quedas más vacía que si se hubiera pasado a otra dimensión porque lo que se elige duele más que lo que pasa porque tiene que pasar.
Por eso pasa por las personas siendo luz, haciendo luz y con despedidas llenas de calor, para que el recuerdo al cabo de los años te saque una sonrisa.