El lunes fue el día de los padres, y aunque soy de la opinión que todos los días es el día de los padres, no viene nada mal de vez en cuando hacer memoria y de camino, aprovechar para darle al hombre de la casa un «abrazo de oso».
Gracias papá por estar siempre ahí. Porque muchas veces los padres tienen que competir con esa idea de ¿a quién quieres más?, que los padres no dan tanto como las madres, pero yo puedo decir que no es así. Que he ganado tanto contigo (aunque tú tampoco te podrás quejar jaja). Tanto, papá, que quería escribir esto para recordártelo.
Gracias papá, por cuidarme y preocuparte por mí y la hermana desde el minuto cero. Gracias por ahuyentar a los monstruos de debajo de mi cama, incluido el día de los brackets por tus ojos y por todos los cuentos de Ana Puri y Mari Puri aquellas largas noches de insomnio. Por vivir sin horario, porque el trabajo de padre no tiene descanso.
Gracias por pertenecer al «Club de padres con dos hijas» jajaja y los largos sábados de compras, algo que solo entiendes si eres padre y hay más de dos mujeres en la casa. Por acompañarnos en nuestros días complicados y consolarnos ante los desamores.
Gracias por las fiestas y largos karaokes en el salón. Gracias por interesarte en todos y cada uno de los aspectos de mi vida, desde los horribles trabajos de tecnología, hasta mi vestido de graduación. Por venirme a buscar, no importa el horario, no importa el lugar, por aparecer ahí siempre que te he necesitado, como mi Superman particular. Porque para mí eres un héroe, y siempre que he dicho que todos los hombres eran estúpidos añadía “menos mi padre”.
A veces no hemos estado de acuerdo, y por todos esos “no” que me has dicho cuando, tengo hoy claros mis valores y mis objetivos, como cuando la hermana y yo no queríamos ir al baile o cuando odiaba hablar en público. Que hay muchas cosas que no comprendía y con el paso del tiempo me he dado cuenta de que esa niña que creía que lo sabía todo, en realidad estaba muy equivocada. Gracias, papá, por enseñarme a madurar.
Gracias papá por desearme lo mejor y renunciar a tantas cosas por las mujeres de la casa. Prometo que haré todo lo que esté en mi mano para mantenerte orgulloso. Sé que corren tiempos de turbulencias. Sé que no tengo que tratar como prioridad a quién me trata como opción, que he de tener cuidado al volver a casa sola, y que pasar muchas horas frente al ordenador da dolor de cabeza. Sé que tengo que abrigarme bien, comer sano, e intentar controlar mi carácter.
Gracias por creer en mí y apoyarme. Por todos los papás del mundo, porque son héroes sin capa que lo pueden todo.