«Cada palabra que decimos o cada gesto que dirigimos a alguien, tiene una repercusión directa en lo que vamos a recibir de quien tenemos enfrente. Bendito eco, que nos devuelve exactamente lo que sale de nosotros»
Esto va por ti y por mí. Por aquel chico que te mira desde la barra de la discoteca, y aquella chica que te encontraste ayer en el bus. Va por todos, porque por mucho que nos empeñemos y queramos, todos somos diferentes. Por mucho que deseemos ser como los demás, hay algo que nos hace únicos, y hay algo en ella que no vas a encontrar en nadie más por mucho que busques. Y desde aquí te felicito, porque de haber dos personas exactas, la vida sería muchísimo más complicada (y aburrida).
Mucha gente se considera rara, y ni siquiera sabe por qué. Ha oído hablar en la televisión, tal vez en las redes sociales, qué es lo que hay que hacer, qué es lo que hay que decir, cómo hay que vestir y en qué momento debemos hablar o callar. Pero no, nadie en este mundo tiene ni idea. De tenerla, las cosas irían bastante mejor, pero serían mucho más aburridas. Porque se trata, de decisiones, todos somos diferentes, no hay gente rara, hay gente que toma sus decisiones independientemente de la de los demás. Y eso, eso está muy bien. Algunos lo llaman “personalidad”.
Nos pasamos los días buscando a alguien con quien poder hablar de nuestras rarezas sin sentirnos inferiores ni superiores, con alguien que nos comprenda y no nos rechace. Pero más aún, nos pasamos la vida intentando encajar, y muchas veces no nos damos cuenta que estamos jugando en el puzle equivocado.
Está bien que piensen que eres un friki porque tengas mil libros empezados en la mesilla de noche, o sea la la décima octava vez que ves la película Yo antes de ti , o forofa de Dirty Dancing. Que no te guste el fútbol y no conozcas a todos los jugadores, ni siquiera a los mejores. Que esa nueva moda no te guste, ni ese nuevo corte de pelo estilo ochentero, y prefieras llevar otro porque te siente bien. No te compres una casa, no la alquiles, tal vez prefieras estar de aquí para allá sin ningún plan establecido y sin un mapa al que seguir. No busques novio, no busques novia, o busca todos los que quieras hasta que encuentras al que merece la pena. Cambia, renuévate, proponte objetivos inalcanzables y ya veremos si la palabra imposible resuena en tus oídos con tanta fuerza.
Sé tú mismo, y sobre todo, estate con quien tú quieras. Aunque no salga tan bien en las fotos de Facebook, aunque no tenga Twitter y no le guste el helado de chocolate. Aunque te digan que puedes aspirar a más o a menos, que no te merece o que no le mereces tú a él. Aunque unos se rían y otros lloren, nunca llueve a gusto de nadie. Sé tú mismo, estate con quien te quiera. Aunque sea raro, aunque sea demasiado normal, aunque no siga las modas de Instagram o esté demasiado enganchado, aunque no comprendas muchas de las cosas que hace ni por qué las hace. Porque no sois iguales, nadie lo es, porque no te lo imaginabas así, tal vez él iba a ser más alto y ella rubia, tal vez contabas que él quiere vivir en su casa y ella quiere vivir muy lejos. Por todas esas diferencias irreconciliables, escucharéis que sois incompatibles, y sin embargo, nadie lo es, todos nos adaptamos a lo que queremos, nos moldeamos hasta conseguir una sola forma.
Y os digo que, cuando eso pase, y cuando paséis de todo excepto de lo que realmente importa, os vais a sorprender, porque tendréis una vida inesperada, que no habíais planificado, pero la vuestra al fin y al cabo. Y eso es más de lo que muchos pueden decir.
Me ha encantado leerte, cuanta razón, enhorabuena por el blog es genial.
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